miércoles

El Zen: Historia, Relevancia y Actualidad en la gestación de una Nueva Subjetividad necesaria (por Augusto Alcalde).


Un largo tiempo atrás, hace más o menos 2600 años, cerca de la frontera con Nepal, una persona llamada Siddhartha simplemente levanto una flor delante de la asamblea. Ellos esperaban sus palabras, y así todos quedaron en silencio profundo.

Menos uno de ellos, quien sonrió ampliamente.

Allí, en esa experiencia de ese levantar la flor y esa amplia sonrisa en expresión y comunicación íntima, surge lo que hoy llamamos "el Zen".

Siddhartha frente a esa respuesta dice: "te entrego la esencia de mi realización, visión y enseñanza".

" Zen" es en realidad una alteración fonética de la palabra Sanscrita Dhyana que significa simplemente atención, o meditación.
Esa fonética continúa a través del tiempo como chan’na en China, y pasa a ser zen’na en Japón, y al final el "na" es dejado de lado por cuestiones fonéticas, y así tenemos la palabra Zen.
Podemos decir así que Zen significa meditación o atención, pero es también simple y esencialmente un sonido onomatopéyico.

Digo así que el Zen es un movimiento. Un movimiento Ontológico, de creación y actualización de una Nueva Subjetividad y sociabilidad.

El Zen es un movimiento que se origina en el templo Shao Lin bajo el maestro Ta Mo, quien enfatizó la práctica de la atención tanto en la posición de quietud como en la práctica del movimiento, prácticas con las cuales él se encuentra a su llegada, y que provenían de la sabiduría ancestral del Taoísmo.
Ta Mo recrea, compila y sintetiza las más importantes de esas artes de movimiento y surgen así las llamadas “Artes Internas del Movimiento” Chinas, el “Nei Chia Ch’uan”.

El Zen es así un movimiento, y enfatiza una percepción íntima, vivencial, súbita y clara de la realidad, de la verdadera naturaleza de la vida, la muerte, y por cierto de nosotros mismos, conjuntamente con una verdadera personalización de esa visión ontológica esencial, personalización que naturalmente actúa en el mundo de las relaciones cotidianas, esto es, actúa en lo social.

La visión, personalización y expresión de la vivencia que ofrece el Zen no es simplemente una visión mística, sino que es el origen de una nueva subjetividad, una nueva sociabilidad, y es por ello y tiene plena relevancia y actualidad en nuestro momento histórico y nuestra vida cotidiana.

Cuando Sidharta entrega la flor a Kasyapa, surge la leyenda y la metáfora del llamado “mensaje secreto” de la escuela Zen que expresa en un corto poema de cuatro líneas lo siguiente:


Es una transmisión especial aparte de las enseñanzas
que no depende de palabras y letras
que señala directamente a la mente-corazón
y que ve en la naturaleza original, y vivencia así el despertar

La búsqueda de Sidharta comienza con la indagación acerca del origen del sufrimiento a fin de descubrir como sanarlo.
Una pregunta tan válida 2600 años atrás como lo es ahora, en esto tiempos actuales en los que el sufrimiento, la enfermedad, la guerra, la opresión y la miseria impregnan la totalidad de nuestro planeta, afectando no solamente a los seres humanos, sino también a todos los seres y al planeta mismo.
Y también al horizonte y a los sueños, tanto como a las generaciones por venir.

Para Sidharta esa pregunta fue tan vital, quizás aún más vital que la necesidad de respirar, comer y defecar, tan vital que la mantuvo vívidamente clara en su mente, en su corazón y en su cuerpo durante los años en los que camino los diferentes caminos de búsqueda ontológica de su época.

La historia y la leyenda dicen que un amanecer como tantos otros, sentado bajo un árbol como todas las mañanas, en profunda atención, surge la estrella de la mañana, el planeta Venus, en el horizonte, y frente a eso se produce un eco, una respuesta, una vivencia en la totalidad de su cuerpo, corazón y mente, a la cual llamamos "despertar".

Es muy interesante ver cuál es la expresión posterior de esa experiencia inicial en esta persona. La expresó verbalmente, según la leyenda, del siguiente modo: "qué hecho maravilloso, todos los seres tienen la virtud y sabiduría del despertar y han realizado en forma conjunta el Camino en este mismo momento".

Eso es lo que libera a Sidharta de su propio sufrimiento.
Eso es lo que abre su camino de enseñanza y caminar a través de toda su vida.
Es la realización, la vivencia de un Tao, un “Camino” sin nombre, armónico, esencialmente vital desde aún antes del comienzo mismo, que tenemos y somos todos los seres, y es justamente el no percibir ese hecho, a lo que Sidharta llama “ignorancia”, el origen del sufrimiento individual y social, y que en estos tiempos de ignorancia y codicia imperial global, le llamamos sufrimiento planetario.

Ahora bien, un punto importante que quiero marcar en relación con todo esto es, cuál es la importancia de esa experiencia de realización, de esa vivencia, por más elevada que haya sido, y cuál es el valor real de la meditación Zen, por más alerta, sensible y aguda que sea, en este mundo en completa crisis?

Si no puede curar al ser humano, a todos los seres no humanos, y curar a la tierra, en realidad ¿tiene esto algún valor?
Siento que no.

Vivimos en un período único en la historia de nuestra Madre Tierra en la que ya no son los retos y desafíos naturales los mayores retos de nuestra vida, como lo fueron para nuestros antepasados, sino que precisamente el reto mortal y letal es el peligro, la situación creada por el ser humano mismo.
Esto nos sitúa en el centro mismo de un momento crítico para la vida en su totalidad, un momento que puede decidir el destino de la especie humana, de los seres vivientes todos y del planeta mismo.

Y así, sólo si esta vivencia que el Camino del Zen propone genera real y concretamente una Nueva Subjetividad y Sociabilidad que asuma la “habilidad para responder”: "respons-habilidad", (como la misma etimología de la palabra a lo indica tan claramente), sólo si esa vivencia genera ese tipo de ser humano, podemos hablar de la actualidad de este camino, y de su efectividad en la tarea tanto personal como social de detener el sufrimiento, esto es simplemente, crear un mundo nuevo.

Por un lado poseemos conocimientos tecnológicos y científicos que difícilmente hubieran soñado nuestros antepasados de unos cortos años atrás, y por el otro lado millones de seres mueren de hambre y enfermedades curables, el ambiente y la vida están contaminados, los “recursos” naturales de la tierra se agotan en un ritmo alarmante y pavoroso y la “guerra contra la humanidad”, que algunos hermanos y hermanas en el camino y en la lucha llamaron "la cuarta guerra mundial" hace peligrar la vida misma y el horizonte de todos los seres sobre la tierra.
Aunque comprendamos más y más sobre el universo y sus leyes, en realidad sólo estamos arañando la superficie de la comprensión de que somos en realidad, que es nuestra vida y cuál es la relación con los múltiples seres del mundo y del cosmos que pueda ser llamada real, armónica, creativa libre y viviente.

En esos tiempos antiguos, Sidharta fue despertado al sí mismo y a la correcta relación con su entorno y con los múltiples seres del universo; fue despertado a su verdadero si-mismo y por cierto a la esencia misma de la vida en el universo.
Fue despertado, en realidad, a la experiencia vital de que no existe brecha alguna entre uno y el otro.
Uno de nuestros maestros, solía decir: "la ilusión fundamental de la humanidad es creer que uno está aquí y tú estás allí afuera".

Ahora bien, ¿cuál es la relación de esa vivencia con este momento?

El ver la relación real implica un aprendizaje, e implica una práctica de vida a la cual le llamamos la práctica del “Zen En Movimiento”, “ZenArquia” un camino de corazón y atención, de Libertad y Dignidad, de salud tanto como sanidad, en completa apertura y respeto al momento presente.

Y de esa misma apertura y respeto surge la “habilidad para responder” que el horizonte, nuestros sueños y nosotros mismos necesitamos tan urgentemente.

La práctica de la “atención-corazón” la práctica de la escucha que involucra a la totalidad de cuerpo, sentir y mente a la que llamamos Zazen, es la práctica del Camino del Zen, tanto en quietud como en el contexto de las Artes de Movimiento, y por cierto en ese campo vital y fértil que es nuestra vida cotidiana.

En la palabra Zazen, za significa sentarse, y es una metáfora de un estado intermedio entre el de estar completamente acostado, o sea una completa pasividad frente a la acción, y el estado de estar de pie en una completa disposición activa al entorno. Expresa la comprensión de un estado que sea el camino medio entre esos dos extremos, y es interesante observar el ideograma chino-japonés que representa esa palabra, porque consta del dibujo de dos seres humanos, sobre el ideograma que representa la tierra; y así lo que aquí provisionalmente traducimos como "sentarse" es: “dos seres humanos compartiendo una misma tierra”.
“Dos”, esto es, “comunidad de vivencia y experiencia”.

Tocamos aquí un punto importante del camino del Zen, que este camino y práctica es una práctica comunitaria, o sea una práctica común, y esa práctica común trasciende todo tipo de visión filosófica y todo tipo de visión cultista, y no está restringida específicamente al Zen o al budismo o al taoísmo como escuela, dado que esta práctica común es nuestra propia vida.

Y esta vida es común con todos los seres.

Y así entendemos la práctica del Zen y de nuestra tradición de Zen en Movimiento como una apertura, atención y escucha de la totalidad del cuerpo, de la mente y corazón a todos los seres y al vasto universo.
Esto es a la vida, y no hay vida sin respeto, sin Amor y sin sociabilidad.

Una completa apertura que es al mismo tiempo completa respuesta y madurez en la que la dualidad del yo y el otro desaparece en la vivencia plena de la actualidad.
Esta actualidad que es la vida presente, en completa relación con todo momento y toda vida y en plena “respons-abilidad” por uno mismo y por todos los seres, por el horizonte, por los niños, por los sueños.

El camino del Zen tiene un método, una actitud, en el sentido que la palabra Tao expresa en chino; tiene un Camino, una forma de vida y de aprender, una práctica tradicional que viene siendo verificada y modificada por generaciones de practicantes y maestros que han chequeado empíricamente su validez y actualidad en cada momento histórico, cambiando su forma de acuerdo a tiempo, cultura y persona.

La esencia de esta práctica es la armonización y unificación de tres aspectos básicos de nosotros mismos: cuerpo, respiración y mente-corazón, y completa apertura, escucha y compromiso con este momento de vida, sin brecha alguna entre el observador y lo observado.

Y cuando hablamos de cuerpo hablamos de postura, hablamos de actitud, hablamos de presencia física.
La postura de uno mismo frente al momento presente.
El cuerpo, la postura y la actitud volviéndose uno con la tierra misma, expresando sus raíces, su presencia con claridad y conciencia.

Cuando hablamos de respiración hablamos de la correcta relación entre la respiración de la persona y la respiración del universo.
Es así que vemos que cuando nosotros inhalamos, es el vasto espacio exterior quien está exhalando hacia dentro nuestro, en un ciclo sin fin que se repite creativamente a través de toda nuestra vida y en cada momento y paso de ella.

El cuerpo de esta práctica es simplemente permitir completamente a la respiración ser como es, porque esa respiración así como es, es nosotros mismos y es bueno darle el mayor de nuestros respetos y apreciación.

Atención plena a esa respiración, a nosotros mismos, a la realidad así como es, una atención íntimamente ligada a la escucha, es el principio del cambio real, tanto en lo subjetivo como en lo social.

Y así, la práctica de sólo respirar es la práctica de descubrir la relación real con la vida y con nosotros mismos, con lo que llamamos externo y con todos los múltiples seres. ¿Y qué es salud, que es sanidad, si no es en realidad relación real?

Cuando hablamos de “mente-corazón” es bueno dejar caer conceptos previos acerca de que es la mente, ya que cuando se nos pregunta seriamente, y escuchamos también seriamente que es realmente esa “mente-corazón”, ese vacío plenamente potente creativo, no sabemos.

Y ese no saber no es ignorancia, es la presencia creativa del misterio mismo.
La “hembra negra”, el origen de toda creación, de la que habla Lao Tzu.

Existe una frase en el Zen que dice así: "la mente es la tierra, el sol, la luna y las estrellas, montañas, ríos, hierbas y animales".
Este corazón, esta mente de la que estamos hablando no tiene límites.

Esto se expresa claramente en un texto llamado el “Libro de la Guirnalda” mediante una metáfora poética, como acostumbra hacer esa escritura: la existencia de la “Red de Indra”; describe el universo como una vasta red de interrelaciones en las cuales cada uno de esos nudos es un ser viviente, y plantea a su vez que es absolutamente imposible no tocar la totalidad de la red aunque sólo toquemos a uno de esos seres.

Cuando vivenciamos claramente esa mente-corazón, con nuestro propio cuerpo, no hay modo de escabullirse frente a la responsabilidad por la vida.
Se vuelve completamente claro que aquello que hacemos es como somos, y al vivenciar profundamente esto, que nuestros actos, nuestra vida, son el acto de la vida, del universo y sus seres, no hay más posibilidad de posponer el involucrarse apasionadamente en la creación de un mundo nuevo, el que a su vez, paso a paso, nos va creando.

Una vez le preguntaron a Vimalakirti: "de dónde viene tu enfermedad? Por cuanto ha de continuar y como puede ser curada?"
Vimalakirti dijo: "mi enfermedad viene de la ignorancia y durará tanto como dure la ignorancia de todos los seres. Si ellos no están enfermos yo tampoco lo estaré. La enfermedad del Sabio surge de la Gran Compasión". “Compasión, o “empatía”…

De la ignorancia esencial acerca de que es la vida, que es esta tierra que nos pare momento a momento, y de que somos nosotros mismos, y de cuál es la relación real con el universo surgen todas las manifestaciones de la ignorancia: la codicia, el odio, la guerra, la explotación y la opresión, y el "Poder-Sobre" en vez de él "Poder-Con".

"Durará tanto como dure la enfermedad de todos los seres", dice Vimalakirti.
En realidad, en esta vida, en este universo holográfico e interrelacionado no existe la posibilidad de soluciones parciales, individuales, sino que claramente la solución al reto individual de Salud y Sanidad Social actual ha de ser planteada al igual que el problema, totalmente.

Podemos decir que Vimalakirti en ese momento estaba enfermo, pero en verdad tenía una visión muy saludable y una muy saludable comprensión, y toda su vida fue acción para sanar el sufrimiento en su propia cultura y lugar.

No hay salud, sanidad ni dignidad o libertad posible si nuestra tierra no está en salud y eso también es aplicable a la inversa; si no estamos en salud, dignidad y libertad no generaremos esto en nuestro caminar, nuestro soñar o nuestro amar.

Así, el camino y la práctica del Zen no puede ser concebido como un culto más, una religión más o aun una filosofía más, encapsulado y rotulado, sino que por naturaleza ha de ser inclusivo y diverso, y cultivar la escucha y el ver y simultáneamente y en acuerdo poner ese ver en acción, por la vida, por la libertad, por la salud de todos los seres.

Tampoco podemos trazar una línea abrupta en la cual digamos que la cosa es simplemente antropomórfica, "los seres humanos".
Cuando decimos "todos los seres" decimos en realidad todos los seres: estrellas, nubes, plantas, sueños, horizontes, y los llamados seres inorgánicos.

En ese paso más allá de lo meramente humano la práctica es sentir, pensar y ver cómo piensa, siente y ve una montaña, ver cómo ve un puma, una planta, o un árbol en su vida y en peligro.

Y cuando uno tiene la mente-corazón de una montaña, la totalidad del mundo gira y nuestra vida y nuestro caminar tanto como nuestro horizonte está entonces lleno de amor, alegría, creación y danza.

El Zen, dice acerca de esto: "cuando uno ve las cosas íntimamente, oye las cosas íntimamente, con la totalidad de cuerpo en mente, uno comprende íntimamente".
Y en otro texto, expresa algo esencial acerca del proceso de comprensión y de cambio, de la nueva subjetividad y sociabilidad: "que el sí mismo avance hacia los múltiples seres para darles realidad es llamado ilusión.
Que los múltiples seres avancen y hagan auténtico, actual al si-mismo es llamado despertar".

Esto expresa dos tipos posibles de actitudes humanas; la primera de ellas es "el ser humano contra la naturaleza", el ser humano “frente” a la naturaleza, moldeando toda esa vida alrededor nuestro, y en un nivel más pequeño, uno mismo moldeando, dirigiendo o controlando las relaciones con los demás y con uno mismo.
Dogen dice que ese camino hacia afuera, de manejar lo de “afuera”, manipulando, es llamado ilusión.
La segunda frase dice: "los múltiples seres avanzando y haciendo auténtico, actual al si-mismo, eso es llamado despertar".

Aquí el Zen en Movimiento es un llamado, una invitación a ver, oír, escuchar plena y claramente, íntimamente, el llamado de todas las especies, tanto las vivas como las que están en extinción, o de un simple pájaro nuestra ventana, una gota de lluvia en nuestro techo.
Y con total respeto, atención y apertura permitirles avanzar hacia lo más íntimo de uno mismo haciendo así actual y auténtica nuestra existencia mutua y cuerpo común.
A partir de esa vivencia, no puede haber acción que ponga en peligro nuestra vida común cuyo cuerpo es este momento presente y este planeta azul.

Se habla mucho de la crisis actual a la que se llama "económico-financiera", pero me parece que es más profunda, es una crisis de paradigma, de paradigma cultural y civilizatorio.
Es claramente una crisis producida por la llamada “civilización occidental”, que comienza su avance sobre el planeta, sus primeros intentos de mundializarse a partir del siglo XVI.
Es el proyecto de colonización material y cultural, de los llamados nuevos mundos.

Este movimiento se estructura y enmarca, como dice Leonardo Boff, en la "voluntad de poder-dominación del sujeto personal y colectivo sobre los otros, los pueblos y la naturaleza. Su arma mayor es una forma de racionalidad, la instrumental-analítica, que compartimenta a la realidad para conocerla mejor y así someterla más fácilmente. Después de 500 años de ejercicios de esta racionalidad, con los innegables beneficios que ha traído y que encontró en la economía política capitalista una cabal realización, estamos constatando el alto precio que nos ha hecho pagar: el calentamiento global, inducido en gran parte por el industrialismo sin límites, y la amenaza de una catástrofe previsible ecológica y humanitaria.". Y continúa este teólogo de una tradición diferente a la nuestra diciendo: "estimo que todos los esfuerzos que se hagan dentro de este paradigma para mejorar la situación serán insuficientes. Serán siempre más de lo mismo. Tenemos que cambiar para no perecer, es el momento de inspirarnos en otras civilizaciones que ensayaron un modo más benévolo de tratar al planeta. Lo que fue bueno en la antigüedad, puede valer también para ahora."

Hablando de antigüedad, hay una historia de Dogen en el Japón de hace 700 años que marca un camino útil en este momento: un río corría al lado de su monasterio, y donde iba allí a lavarse la cara todas las mañanas, nunca usaba más de un cucharon de agua, y de ese cucharon siempre ponía de vuelta medio cucharon en el río. Ante la pregunta del porqué de esa acción cotidiana, Dogen dijo: "este medio cucharon lleno de agua lo salvo para las generaciones futuras".
Y esto estaba ocurriendo en el 1300!

Esta es verdadera práctica del Camino del Zen, verdadera práctica de salud, sanidad y verdadera práctica revolucionaria, que concibe a la revolución no con mayúsculas, no en singular ni en un tiempo ideal-mítico, sino con minúsculas, en medio de los actos cotidianos de nuestra sociabilidad, y esencialmente en plural, como una inmensidad de chispas fértiles co-creando el mundo y el corazón nuevo que es tan necesario como el próximo latido, como nuestro próximo abrazo.

Uno mismo es ese cucharon lleno de agua que vuelve el río.

En nuestro camino del Zen, en el Camino del Zen en Movimiento, es de vital importancia el sentido de indagación.
"Preguntando caminamos" dicen nuestros hermanos y hermanas de Chiapas.
La pregunta es él caminar, la indagación es la vivencia fértil.

Preguntando caminemos, indagando caminemos, como podemos responder a este momento, ya que no hay vivencia Zen si no hay expresión: "madurez en el Zen es madurez en la expresión" nos dice él Canto de la Realización del Camino.

Un texto clásico nos dice: "habita en ningún lugar y haz surgir esa mente-corazón".
"Ningún lugar" es completa apertura, completa atención, es este mismo momento y lugar.
Que otro hay aparte de este?

"Ando con las manos vacías y con todo la espada está en mis manos;
marcho a pie, y con todo a grupas de un buey voy cabalgando;
cuando paso por sobre el puente,
el agua no fluye, pero el puente si"

Como caminantes del Zen, la espada está en nuestras manos, la espada que da vida, que ara campos de dignidad, de amor, libertad y creación.
Y esa es nuestra responsabilidad.

El buey antiguo nos acompaña y ayuda.
Puede parecer que el agua no fluye, que estamos estancados, que no hay tiempo posible o respuesta válida a esa ignorancia y codicia imperial y abusiva que está destruyendo la vida y el horizonte.

Puede parecer que el agua no fluye.
Pero el puente si.

Somos el puente, y el “nosotros” que camina este camino que nos camina.

Somos el puente, después de todo, el arco iris es un puente.

Y dice la leyenda que un tesoro se esconde en cada una de sus puntas.

Allí tenemos nuestros pies, el puente fluye,
y el buey antiguo nos acompaña y orienta el camino.

Salud!

Augusto Al Q’adi Alcalde

lunes

DOJO DEL PUENTE DE OTOÑO: "Haki No Hashi Dojo"

"Zen en Movimiento" y "Salud Rebelde" es un Movimiento Libertario, es un paso, es un Corazón, es un modo de vivir y de aprender, de sembrar a cada paso, en cada paso, como cada paso, un nuevo mundo. Es el florecer de ese Nuevo Mundo-Corazón en cada paso, en cada abrazo al horizonte que somos. Augusto Al Q’adi Alcalde.

Sitios compañeros

martes

ZEN?...

El Zen es una variedad del budhismo y taoísmo meditativos, así como una practica de sabiduría primal y perenne, encontrable también en otras tradiciones, especialmente las Originarias (que involucran la vida, las artes y el movimiento), apelando a la vivencia directa más allá de los conceptos.

Procura ayudar a la persona y a las comunidades sociales a alcanzar un estado de “despertar”, caracterizado por la experiencia directa de la naturaleza genuina de la realidad, sin la intermediación de abstracciones, palabras, creencias, conceptos o dualismos.

El Zen o Chan enfatiza la importancia de la atención, tanto en quietud (zazen) como en Movimiento, esta última involucra las Artes Internas del Movimiento del Zen Chino para realizar y expresar ese despertar a la verdadera naturaleza, en la Vida Cotidiana de cada uno/a.

Zen es el nombre en japonés de una reconocida rama de escuelas de taoísmo primal y budhismo mahayana, cuya práctica se inicia en China (proveniente de la India) y donde se la conoce como Ch'an (禪) en el templo Shao-Lin. Su práctica luego se extiende a Corea, Vietnam y Japón. Puede ser considerado, de acuerdo a la perspectiva individual, una religión, una filosofía o simplemente una práctica. También ha sido descrito como un estilo de vida y una forma de arte. Recibe este mismo nombre en japonés, inglés y castellano.

En la segunda mitad del siglo XX, el zen se convirtió en un fenómeno internacional, con centros en muchos países alrededor del mundo, entre otros los de América Latina desde la década de los ’80.

Es posible ser zenista o meditante zen, sin ser budhista. El budhismo puede respetar las diversas creencias religiosas, el ateismo y el agnosticismo.

miércoles

NUEVA WEB AMIGA: www. desinformemonos.org

El Roshi Augusto Alcalde es miembro del Directorio Internacional de esta web.




GRUPO ZEN BELLAS ARTES

El Grupo Zen Bellas Artes es un grupo de meditantes independientes, de organización libertaria y horizontal, vinculado al Roshi Augusto Alcalde a través de una de sus redes en Chile (DharmaRed). Desarrolla zazen (shikantaza) como zen en movimiento y cultiva tanto las escuelas zen como chan, valorando las experiencias originarias indoamericanas.

Para este grupo es imprescindible la vinculación de los tres tesoros de Budhayana (camino del despertar): la meditación; la reflexión/estudio del Dharma y el Tao; y el ámbito valórico en la inserción y transformación social.

El Grupo Zen Bellas Artes no pertenece a ninguna institución, ni reconoce otros liderazgos, agradeciendo sentidamente los espacios que se le otorgan para su funcionamiento (Centro Cultural Katsujinken y Corporación Chilena de prevención del Sida), en el entendiendo que ellos hacen un aporte desinteresado al florecimiento de las semillas del Dharma y a la adecuada liberación karmática social.
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PROGRAMA SÀBADOS: 15:20 hrs.

-ZEN EN MOVIMIENTO (ejercicios):

/15 m.


-ZAZEN (meditaciòn sentada o Shikantaza)

/ 15 m.


-ZEN EN MOVIMIENTO (Kinhin y ejercicios):

/ 15 m.


-ZAZEN: /25 m.


-SUTRAS (canto-lectura): /5 m.


-TÉ: / 5m


-TOTAL apx: /1: 20 hora.



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-No se atiende la puerta después de las 15:30 hrs.
-Nuevos llegar 15 minutos antes para inducción a la práctica.
-Aporte mínimo de participaciòn: $500.-
-Agradecemos el silencio compartido.
-Tod@s son muy bienvenid@s.


Local: Katsujinsen, Centro de Artes Marciales y Meditativas.

MONJITAS 609 /esq. Miraflores

Costado Metro Bellas Artes
Santiago Centro.




viernes

CONFERENCIA: "ZEN, HISTORIA Y RELEVANCIA COTIDIANA"


Conferencia del Primer Roshi latinoamericano budhozen, de inspiración libertario, ecologista e igualitarista. El Roshi (guía o hermano mayor de ruta) reflexiona respecto a la vivencia cotidiana del Zen como práctica meditativa y atencional en cada persona y su relación con los cambios que la sociedad necesita; el surgimiento de una nueva subjetivida/sociabilidad (involucrada con el cambio en las relaciones que plantea este sistema global que nos ha llevado a la situación de crisis actual); y el respeto/reconocimiento a todos los seres, para vivir el planeta azul en justa paz, armonía y libertad.



CONFERENCIA DE ROSHI ALCALDE / MAYO 2009.

sábado

viernes

BIOGRAFÍA DE AUGUSTO ALCALDE

Zen en los Márgenes: el Camino del Ch’an.

Augusto Alcalde nació en 1950 en el noroeste de Argentina, y creció en un pequeño pueblo en las sierras, en “San Pedro de Colalao”, donde estuvo en contacto constante con las visiones del Mundo, metáforas y tradiciones de Curación de los/as habitantes primarios de esas tierras, a traves de la compañía de su niñera aborigen, Virginia Mamani.

Fue estudiante del Shih-Fu Yuan Chueh de Cantón, China, (fallecido en Nepal en el año 1981 a la edad de 86 años), con el que entreno y aprendió en un Camino Tradicional de Aprendizaje desde 1968 hasta que fue plenamente certificado y autorizado por su maestro, diez años después, siendo el la relación de practica-enseñanza que mas influencio su camino en estas áreas.

Augusto comenzó a compartir y transmitir la Practica del Ch’an (Zen Chino) en el año 1974, en San Miguel de Tucumán, fundando uno de los primeros Dojos Zen de Argentina, para la practica de las Artes Internas del Movimiento Chinas, las practicas Atencionales de Tao y Zen antiguo, y la practica de la Medicina Tradicional China e indígena de nuestra América (Abya Yala). Fue este también un Centro comprometido con la Justicia y el Cambio Social, en esos años oscuros de la historia del país.

La Tradición en la que su guía, el Shih-Fu Yuan Chueh, estaba enraizado, es la de la escuela “Chin Lien Chia” (Familia del Loto Dorado), una tradición de la que es el único representante autorizado en Tierra Latina, (así como también Hawaii, y Australasia). Esta Tradición de la “Chin Lien Chia” abraza las artes de la llamada “Meditación”, (que preferimos llamar “Practicas Atencionales”) como la practica de la actualización de una atención Plena (Ts’o Ch’an-Zazen), con la practica de las “Artes Marciales Internas” de China Antigua (el llamado Nei Chia Ch’uan), incluyendo al T’ai Chi (estilo Chen antiguo) así como el Pa Kua (8 Símbolos), como son transmitidos en la escuela Huang Pei, conjuntamente con las artes del; Ch’i Kung (Practica de la Energía Vital) y el Yoga del Tao Chino, así como también las Artes curativas de la Medicina Tradicional China antigua.

La Chin Lien Chia es una escuela que transmite la practica Ch’an (Zen Chino) en el contexto de la quietud, del movimiento, y de las actividades de la vida cotidiana, profundamente enraizada en el Taoismo Primal de Lao Tzu y Chuang Tzu.

El foco de Yuan Chueh fue siempre, como lo es el de Augusto, que la verdadera y genuina practica Ch’an tiene que tener sus raíces en las Tradiciones del Taoismo Primal, el Buddhismo temprano o Theravada (el Camino de los Ancianos), tanto como en el Mahayana (el Camino Amplio), conjuntamente con el estudio (y el compromiso con) las tradiciones, mitos, metáforas y culturas que pertenecen ala tierra en que la escuela este actuando, así como con los Pueblos Originarios de la tierra en que la practica y la vida cotidiana esta desplegándose en la escuela, el guía y el/los estudiantes.

Augusto ha sido un activista Libertario por el cambio social desde los 60’s en Argentina hasta el momento presente. Es originador y orientador del colectivo de acción social y de salud “Salud Rebelde en Movimiento” que se concibe como parte articulada de la Red de Solidaridades Rebeldes.

Ha estado también trabajando conjuntamente con asociaciones Budistas comprometidas socialmente por muchos años, y se su foco es sobre el Cambio Social, Libertad, Justicia verdadera y Dignidad, y la acción política Autónoma, que posibilite el emerger de una “Nueva Subjetividad”, “Nueva Sociabilidad” que despliegue el horizonte de un Mundo realmente Nuevo para todos/as los seres, humanos y no humanos, sobre este Planeta Azul tan herido en nuestros días.

El foco de la escuela es así sobre esta realidad y practica de Cambio Social y de las relaciones, desde una visión Ch’an ( Zen) y Latina. Augusto también trabaja conjuntamente con grupos indígenas y grupos de Latinoamérica y el mundo que están activamente comprometidos en resistir el trabajo mortal de la ignorancia, la codicia y el odio que se despliega Imperial y “neoliberalmente” sobre el Planeta Azul sembrando el sufrimiento y la miseria.

Augusto es un curador en Medicina Tradicional China y la Tradición de herborismo indígena de estas tierras desde el año 1972, ya mas de 35 años, una práctica que considera su verdadera vocación.

Como un escritor, poeta y músico amateur, ha publicado libros y folletos en español e ingles, así como múltiples entrevistas y artículos en revistas y publicaciones tanto argentina como en Hawaii, México, Chile, USA y Australia, sobre la practica del Ch’an, medicina Tradicional China, Artes Marciales Internas Chinas, Yoga del Tao, y la necesidad y las practicas de un corazón realmente nuevo y socialmente comprometido, presentando los mitos e historias de Liberación de las culturas primales y originales de Abya Yala (Nuestra Tierra) conjuntamente con las practicas del Tao y el Buddhayana: el “Camino del Florecer y Despertar”.

Augusto concibe a la practica grupal en estos campos como una practica de un curar y caminar conjunto, sin jerarquías o formas, roles o estructuras fijas o aculturales, abierta a todas las tradiciones.

El foco es así entonces en una practica y aprendizaje verdaderamente laico, apto y natural para una persona que trabaja y es parte de una familia, lejos de estereotipos monásticos, una practica y aprendizaje multicultural y diverso que ocurra en alegría y creatividad.

Se enfatiza entonces la importancia del involucrarse socialmente como un resultado natural y afín con el ver y comprender la realidad actual y nuestra (común e individual) “habilidad para responder”: “Respons-abilidad” dado el punto crucial en que esta nuestro Planeta Azul y los múltiples seres que la habitan, en acuerdo con las palabras de Sidharta: “solo una cosa transmito; la comprensión de las causas, y la detención del sufrimiento”, o para decirlo de otro modo, el surgimiento de la alegría, la danza y la Dignidad, y la plena aceptación y la realización de nuestra humanidad como nuestra Verdadera Naturaleza…

Augusto, así, no se considera en absoluto un “Maestro” en el sentido tradicional y “new-age”, o aun “espiritual” de la palabra, con algunas realizaciones o cualidades únicas o especiales, sino simplemente algo cercano a lo que la palabra sánscrita antigua “Kalyanamitra” expresa, algo así como un “amigo o compañero del Camino” o como un amigo poeta y músico de Hawaii lo formulo desde su experiencia personal, un “amigo-hermano en la noche”.

El foco es entonces en la creatividad y el aprendizaje mutuo, en cualquier rol cambiante que uno tiene en la vida, y la practica y aplicación de lo aprendido en la vida cotidiana y el campo de las relaciones.

Augusto ha vivido, estudiado y enseñado en las islas de Hawaii, y luego enseñando internacionalmente desde 1984, en México, Chile Hawaii, USA, Malasia y Australia.

Augusto vive en La Quebrada, Río Ceballos, provincia de Córdoba, Argentina, donde tiene el “Dojo del Puente de Otoño” y orienta la “Escuela de Prácticas Tradicionales hacia la Salud, Sanidad y el Cambio Social”, donde también y principalmente atiende su consultorio de Terapéutica Tradicional China y Herborismo.

El “Dojo del Puente de Otoño” es un sencillo y humilde lugar de encuentros y practicas en el que se desarrollan talleres y actividades relacionadas con las artes, prácticas “internas”, y de Cambio Social, así como consultorio de Terapéuticas Naturales, especialmente terapéuticas Tradicionales Chinas e Indígenas de Nuestra Tierra.

Es docente además del curso de Medicina Tradicional China de la Fundación Shanti Om de Córdoba, auspiciado y articulado con la Universidad de Beijing, China continental.

Es originador de la “Red de Solidaridades Rebeldes” y de “Salud Rebelde en Movimiento” en la acción por el Cambio Social y el surgimiento de una Nueva Subjetividad.

Currículum abreviado de Augusto:


*Sucesor Dharma de la escuela y enseñanza del Shih Fuh Yuan Chueh (Chin Lien Chia) con la máxima graduación: “Shih Fuh Tao Shih” en el año 1974.

*Ph. Dr. en Medicina Tradicional China por la “Chin Lien Taoist School” (rama de Los Ángeles-California).

*Sucesor Dharma en el Linaje Harada-Yasutani (Soto-Rinzai) de Buddhismo Zen con la graduación de “Roshi” (graduado para enseñar en 1984-Hawaii, y “Transmisión Dharma” en 1989-Argentina).

*Estudios, publicaciones y experiencia docente internacional en los campos que atañen al programa de la Escuela en Hawaii, California, México, Chile, Australia, Malaysia.

*Enseñando Zen (Ch’an), Artes Internas del Movimiento Chinas, y practicando Medicina Tradicional China por mas de 30 años desde en año 1974 (nacional e internacionalmente)

*Docente en el Curso de Medicina Tradicional China de la Universidad de Beijing (China) y la Fundación Shanti Om en el área de “La MTCh como medicina y practica de Cambio Social”.

*Miembro consultor-docente del equipo de “Inner Key” (Biofeedback & consciousness exploring and harmonizing workshops) con la fundadora, Dra. Liana Mattulich, en Colorado, Usa.

Correo electrónico: saludrebelde@yahoo.com.ar

Tel 0351 156 801582

jueves

ZAZEN: Shikantaza...

Shikantaza (只管打坐) (jap. shikan significa “solo”, “simplemente”, ta tiene una función reforzante y literalmente significa “pegar”, za significa “sentarse” ) se traduce al español “solo sentarse” y es el elemento central en la practica del budismo Zen de la escuela Soto.

martes

CAMPAÑA MÁS RESPETO....

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EL ZEN ES ABURRIDO... (por Brad Warner del Libro “Siéntate y calla” )

Seamos realistas. El Zen es aburrido. No se puede encontrar una práctica más opaca, y más tediosa que el Zazen. La filosofía es seca y poco excitante. Es increíble para mí que alguien esté leyendo estas líneas. ¿No sabe la gente que puede jugar al Tetris, en este momento? ¿Que hay millones de sitios "mas interesantes" gratis por ahí? Mucha peña tiene una vida interesante, ¿por qué tú no?!


Joshu Sasaki, un maestro Zen de la secta Rinzai, dijo una vez que los maestros budistas siempre tratan de hacer que los estudiantes tarden en llegar al satori, porque si supieran lo realmente seco y sin sabor de la iluminación, nunca la querrían alcanzar.

Tiene razón. Mira a los maestros zen. Ninguno de ellos tiene ningún sentido de la moda. Se sientan mirando a las paredes en blanco. Pregúntales acerca de la levitación, no te contestarán. Pregúntales acerca de la vida después de la muerte, y te cambiarán de tema. Pregunta acerca de los milagros y comienzan a escupir estupideces sobre cargar baldes de agua y cortar leña. Ellos se van a la cama temprano y se levantan temprano. El Zen es una filosofía para tontos.


El aburrimiento es importante. La mayor parte de tu vida es pesada, insípida y aburrida. Si practicas zazen, aprenderás mucho sobre el aburrimiento. Recuerdo que la primera vez que me senté en zazen, yo estaba realmente muy contento. Pensé que tendría visiones de cuatro Krishnas armados descendiendo de los cielos, o que acabaría perdiéndome en el vacío al igual que la vieja canción de los Beatles, o alcanzando el Nirvana (sea lo que sea) o algo grande y portentoso.


Pero el reloj sólo marcaba el paso del tiempo, mis piernas empezaron a doler, y los pensamientos estúpidos iban pasando. Tal vez yo no lo estaba haciendo bien, pensé. Pero no, año tras año era lo mismo. Aburrido, aburrido, aburrido. Después de casi 20 años sigue siendo aburrido como el infierno.

La gente odia su vida ordinaria. Queremos algo mejor. Creemos que nuestra vida cotidiana de tareas domesticas y trabajo es monótona, aburrida y gris. Pero algún día, algún día….


Hay un episodio de The Monkees donde cuenta Mike Nesmith que cuando estaba en el instituto subía con su guitarra al escenario y allí solo, sin publico, se decía a si mismo…algún día, algún día…. Después contaba que años más tarde, en pleno apogeo de Los Monkees, salía al escenario y allí, en frente de miles de fans, se decía a si mismo…algún día, algún día… así es la vida. Nunca es perfecta. Lo que "algún día" te imaginas, nunca llegará. Nunca. No importa lo que sea. No importa lo bien que construyas tu fantasía o el cuidado de tengas en seguir todos los pasos necesarios para lograrlo. Incluso si se hace realidad exactamente como lo has previsto, acabarás igual que Mike Nesmith. Algún día, algún día... Te lo garantizo.


Tu vida va a cambiar. Eso es seguro. Pero no va ser a mejor y no va a ser a peor. ¿Cómo se puede comparar ahora al pasado? ¿Qué sabes acerca del pasado? No tienes ni idea! No tienes ni idea en absoluto de cómo fue ayer, y mucho menos la semana pasada o hace diez años. ¿El futuro? Olvídalo...


La gente busca grandes emociones. Experiencias cumbre. Algunas personas vienen al Zen en espera de que la iluminación será la última experiencia del pic. La Madre de todas las experiencias cumbre. Pero la iluminación real es la más común de las cosas comunes.


Una vez tuve una visión asombrosa. Me vi transportado a través del tiempo y el espacio. Millones, no, miles de millones, billones, Godzilliones de años pasaron. No en sentido figurado, sino literalmente. Pasó como una bala. Me encontré más allá del tiempo y el espacio, una gran Totalidad compuesta de las mentes y los organismos vivos de todo lo que alguna había sido. Fue una experiencia increíble en movimiento. Acojonante. Estuve flipado durante semanas. Finalmente, le hablé a Nishijima Sensei de la experiencia. Dijo que eran tonterías. Sólo mi imaginación. No puedo decirte lo que me hizo sentir. ¿Imaginación? Esta fue una experiencia tan real como cualquier otra que he tenido. Yo casi lloraba. Más tarde, ese día, yo estaba comiendo una mandarina. Me di cuenta de lo increíblemente hermosa que era. Tan delicada. Tan asombrosamente naranja. Tan sabrosa. Así que se lo dije a Nishijima. Esa experiencia, dijo, ..eso si es la iluminación.


Se necesita un maestro así. El mundo necesita muchos más maestros así. Numerosos maestros hubiesen interpretado mi experiencia como una fusión de mi Atman con Dios, como un presagio de cosas grandes y maravillosas, hubiesen elogiado mi crecimiento espiritual y dado indicaciones sobre cómo ir más allá. Y me habría engañado a mi mismo, déjame decirte, hubiese picado el anzuelo. Si un maestro no rompe las ilusiones que te haces, no te favorece en absoluto.


¿Comer mandarinas? Venga hombre!!! ¿Habrase visto cosa más aburrida que comerse una mandarina? Lo que mola es fundirse con la divinidad en los confines del universo. Para eso estamos metidos en el rollo del Zen, ¿no?

Hace algunos años, unos científicos realizaron un experimento en el que medían la actividad cerebral de un grupo personas entre las que había algunos monjes Zen. Les pidieron que se relajaran y a continuación los sometieron a un estímulo repetitivo: el tic tac de un reloj bastante sonoro. Las pruebas señalaron que mientras las personas normales dejaban de reaccionar al tic tac al cabo de unos segundos, los monjes seguían registrándolo mentalmente. Sicólogos y periodistas no supieron muy bien cómo interpretarlo, aunque es un experimento que se hizo muy famoso. La cuestión es simple: los budistas se fijan en sus vidas. La gente normal cree que tiene cosas mejores en que pensar.


Si de verdad te fijas en tu vida, esa vida ordinaria y aburrida, descubrirás algo absolutamente maravilloso. Nuestras vidas sin sentido están llenas de motivos para la alegría. Y no necesitas hacer nada para experimentar esa felicidad. La gente cree que necesita experiencias extremas. Y es verdad que a veces las experiencias brutales y extremas nos conducen, aunque no sea más que por un instante, a un estado de iluminación. Por eso buscamos experiencias de este tipo. Ahora bien, el efecto desaparece echando leches y te quedas ahí, con cara de bobo, hasta el próximo subidón.


Lo que hay que entender es que no hacen falta drogas, dinamitar edificios o ganar una carrera de Formula Uno. No hace falta tirarse en parapente o seducir a la secretaria. No hace falta tener visiones en las que uno se funde con el universo. Basta con ser el que eres, con estar donde estás. Rasca la mierda del water. Saca a pasear al perro. Haz tu trabajo. Esa es la magia pura. Si de verdad quieres fundirte con Dios, esa es la forma de hacerlo. Este preciso instante. Estás sentado. Con una mano te rascas los cojones, y con la otra vas dándole al scroll down mientras piensas../ “Este tío está como una regadera” . Ese momento es pura iluminación. Ese momento nunca ha sucedido antes y no volverá más. Una vez pasado, desaparece para siempre. Ese momento eres tú. Ese momento es la unión, la fusión entre tu y el universo, Dios mismo.


Brad Warner

sábado

LA INOCENCIA (por Andrés Guerreros Serrano)

Creo que estamos tan confundidos ante la vida que nos ha tocado vivir que, siempre que se nombra la palabra inocencia o se pronuncia dicho concepto, acudimos instantáneamente a su contrario: culpabilidad. Es curioso, pero en inglés no se habla de “inocente o culpable”, sino de “culpable o no culpable” (guilty o no guilty). Por ello, creo que andamos muy descaminados a la hora de poder entender lo que significa la verdadera inocencia.

Por otra parte, no nos conformamos solamente con hablar de la culpabilidad al mencionar la inocencia, sino que además, cuando hablamos de ella solemos esbozar una sonrisa cuando menos irónica. Al pronunciar la frase: “Juan es un inocente”, lo que estamos haciendo es tildar al pobre Juan de una cierta ignorancia cercana a la estupidez que lo precipita a ser el objeto de risa de todos los demás.

Finalmente y para terminar de enrevesarlo todo, tenemos declarado el día 28 de diciembre como “el Día de los Inocentes” –día en el que se miente aún más en los medios de comunicación- y esta costumbre tan poco compasiva se ve engrandecida por programas de televisión como “Inocente, Inocente” en donde a un famoso se le gasta una inocentada, haciéndole pasar las de Caín para salir del atolladero.

Por otra parte, desde el punto de vista de lo moral, la inocencia es la característica de la infancia, de los primero años de vida, que definitivamente desaparece o queda atrás al sobrepasar los siete años, edad en la que se supone que “se adquiere” el uso de la razón. Por lo tanto, desde el punto de vista moral se opone la inocencia a la razón, aunque luego en nuestra sociedad, en este mundo en que vivimos se le dé preponderancia a la razón sobre cualquier otro aspecto de nuestra humanidad, y mucho más sobre la inocencia.

Se menciona pocas veces en el TAO TE KING la palabra “inocencia” y, las veces en que se la menciona, casi siempre viene sobreañadida por el traductor, así por ejemplo se habla de “volverse como un niño” y el traductor añade intentando recoger la profundidad de su interpretación “la inocencia de un niño”.

Lo que en principio puede llevarnos a pensar que el taoísmo no admite la inocencia o no la considera valiosa, sin embargo pronto se desvanece si penetramos más profundamente por el texto. Para mí, siempre ha habido tres palabras en el Tao Te King que he relacionado instintivamente con la inocencia: una es P’u; otra, Virtud y la última, Vacío.

P’u (樸)es un término que aparece mencionado varias veces en el texto traducido por Lin Yutan. Hace referencia a lo que él denomina “la simplicidad prístina” o lo que es lo mismo, a la naturalidad radical, a ese comportamiento que no está afectado por los compromisos ni por la educación y que se mueve al socaire de lo que naturalmente le estimule. Esa simplicidad prístina se enfrenta claramente a todo lo que tiene de rito, de compromiso, de obligación, de social, frente a lo simple, lo primigenio, lo esencial que se mueve en terrenos incontrolados y de igual modo se detiene en lo minúsculo como arrasa lo grandioso. La inocencia también es eso: es la simplicidad original con la que todos y cada uno de nosotros nacemos, con la que abrimos por primera vez nuestros oídos y nuestros ojos a la vida, a las experiencias, a las personas, a las relaciones, a la convivencia. Es esa hoja en blanco de la que tradicionalmente se ha hablado refiriéndose a la mente de un recién nacido. Es la naturalidad, es el instinto natural, es el comportamiento según la vida le manda. No hay nada que no sea natural en un niño, desde su despertar, hasta su demandar. Por eso, en otro pasaje del Tao Te King se habla de “como un niño que aún no sabe sonreír”, como si el acto de sonreír fuera ya una respuesta interesada y motivo de una cierta pérdida de la inocencia original.

La Virtud (德), según el Tao Te King, es la fuerza que TAO otorga a quienes lo siguen y caminan bajo su influencia. Es la fuerza reveladora, decisiva y decisoria, es la fuerza que da la libertad de ser lo que uno es, sin límites y sin condiciones. Esa fuerza, ese “poder” como otros traducen, sólo surge cuando no lo perseguimos, sino que acometemos la vía del abandono, del olvido, de la autonegación (para los cristianos). Esa Virtud que ha sido confundida tantas veces con el “buen hacer” o el “hacer bien”, el cumplir “las virtudes” cristianas o simplemente las más humanas. Esa virtud que transforma a personas normales en vida, en santos a su muerte. Sin embargo, la Virtud es más que todo eso, es también “la inocencia”, porque al fin y al cabo, la inocencia es abrir los ojos a un mundo nuevo, a un mundo por resolver, por vivir, que se nos desvela a cada momento, sin imágenes preconcebidas, sin prejuicios, sin juicios, sin más valor que el de ser real a cada momento en que nosotros participamos en él. Por eso, también contaba Peter –ya lo comenté en otra ocasión- lo del soldado fiero y salvaje que queda desarmado por la mirada y la sonrisa indefensa y natural de un bebé abandonado entre los destrozos de una guerra cualquiera. Seguro que si sustituyéramos la palabra Virtud o Te por la palabra inocencia, no quedaríamos defraudados en cuanto a las posibilidades comprensivas y clarificadoras de tal sustitución.

Finalmente, la inocencia como Vacío (虚), creo que es algo que no puede pasar desapercibido para alguien que haya leído mínimamente el Tao Te King. El niño que viene a la vida, que nace al mundo no trae nada con él: sólo su capacidad de aprender, de captar, de saborear, de paladear y de degustar cada uno de los instantes de su presente; mientras que, por el contrario, al hacerse mayor se ve inmerso en una lucha contra un tiempo que nos acoquina, que nos regula y que nos humilla: un pasado que no existe ya y un futuro que nos hace temblar la mayor parte de las veces por lo que supone de posibilidad de perder. Pero el niño no: como un Vacío todo lo aprehende, todo lo absorbe, todo lo mira. Todo con esos ojos que se quedan fijos y parece que no miran, pero que no se despegan del objeto; con esos oídos que parece que no oyen y que sin embargo, lo despiertan si no pertenecen a su entorno conocido. La inocencia es Vacío: es un Vacío que busca llenarse y se llena de amor, de Virtud, de energía, de potencia, de capacidades y posibilidades sin límite.

Sin embargo, me gustaría recordar unos versos de Antonio Machado que siempre han rondado por mi cabeza desde que los leí allá en mis 18 años:

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.

(Autorretrato – Antonio Machado)

Siempre me fijaba en “ligero de equipaje, casi desnudo”, eso también es Vacío, también es libertad pero también es inocencia. Me gustaría desde estas líneas plantear algo que hace ya muchos años Peter planteaba –y a mí en más de una ocasión me lo repitió en conversaciones entre comidas o en charletas ocasionales-: no hay otro modo de encontrar la felicidad que obteniendo la inocencia. Y yo le preguntaba: “Pero, Peter, ¿Si la inocencia ya la he perdido hace mil años, cómo voy a conseguirla ahora?” y siempre recuerdo que contestaba lo mismo: “¿Cómo hace usted con una cinta de casete que ya está grabada? Muy sencillo, mire, grabar encima; olvide lo anterior y grabe encima”. Y seguidamente añadía: “Mire Ud, con el fresquito-calorcito vamos borrando todos los malos recuerdos y olvidando. Con nuestra práctica diaria vamos escribiendo encima de nuevo. Cuanto más repetimos, mejor grabado queda; cuanto más repetimos, más lejos queda lo anterior. Y al final ¿qué? Lo que dijo Jesús a Nicodemo: El viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu”

Por eso, me gustaría resumir mis palabras en que nuestra misión individual, ahora, no es más que la búsqueda de la inocencia, el reencuentro con la inocencia perdida, el Vacío, la Virtud, la simplicidad prístina (P’u), la fuente de la eterna juventud donde mana el Espíritu y donde habita la felicidad.

viernes

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